"Carta a lo desconocido"

En este momento estoy en mi cama. Escribiendo.

      Si pudiéramos ver unas horas más tarde, probablemente este rumbo a mi destino mientras que tu estás leyendo tranquilamente estas palabras.

     Ahora, me encuentro nerviosa. Tal vez en un par de horas, en el futuro, este feliz, con una sonrisa radiante al conocer lo desconocido.

Mi yo actual ahora no le teme a lo incierto, pero antes le temía mucho. Me parece gracioso los giros tan raros que nos regala la vida.

      Problemas. Sí, pero jamás imposibles de aniquilar, con un poco de imaginación y determinación se pueden vencer. 

      Lecciones que nos hacen cambiar de parecer, ver la vida mejor o peor. No lo sé. 

      Pero más que nada personas…

Estoy a unas horas de conocer a mi amiga, aquella  que sabe lo valiosa que es para mí, y lo mucho que aprendí de ella con los años, las risas al leer sus mensajes, y las locuras infinitas. Pero sobre todo sé que en algún punto tuve miedo, al no escuchar su voz e idealizarme un rostro al cual no le correspondía.

       Tan solo seguí… y estoy a unos minutos, tal vez horas o segundos de verla. Estoy tan feliz, eufórica que  me siento invencible. ¿Acaso no le temo a lo desconocido ya?

¿Qué es lo desconocido?  Quiero creer querido nada, al cual le tememos todos, y en este instante no entiendo su definición acertada. No existes… ¡No existes! Tan solo eres la estupenda excusa para esconder entre líneas un “No quiero intentar” “No quiero saber qué pasa si…”

Eres lo que limita.

Lo que no me deja ser.

Las decisiones y  aventuras perdidas.

No quiero seguir así, me reusó. Quiero intentar, experimenta, reír a todo pulmón si falló  a la primera… Nada perdemos con hacerlo una sola vez.

Tan solo no quiero que atormentes mi vida un segundo más, pues quien pierde siempre seré yo, por no aprovechar los momentos que me fueron otorgados.